Ya hace una semana que salió Pókemon Go y ahora debemos sacar leyes mundiales para que no pase nada, ya se ha despeñado personal, otros se han estrellado con el coche y otros han entrado en un campo de minas buscando Pókemons.
Y corre corre…que hay un Pókemon…y un problema.
En Barcelona por ejemplo van a redactar una ley para que nadie haga el burro cazando Pókemons por la calle, eso si, el carril bici por donde corren psicópatas a 80 por hora esta separado de la parte de los peatones por una línea pintada en el suelo, muy seguro, si señor.
¿Tu te crees que si un tío se mete en un campo de minas buscando Pókemons y haces una ley no va a meterse en el campo de minas otro día buscado higos?
Yo creo que la moda pasará, y nadie saldrá herido (nadie más, quiero decir) , pero esta semana hemos visto sillas de ruedas bajando la calle Muntaner a 80 por hora adelantando taxis, y ¿hay que hacer una ley? ¿Hay que publicarla? Si es que es de cajón que una silla de ruedas no puede ir entre autobuses y taxis, cae por su propio peso.
Otros con una bici en la ronda litoral a rebufo de un autobús, claro que hay una ley, las bicis no pueden ir por la ronda, pero es que es de cajón, es de pensar un poco, si al final puedes ir marcha atrás en una autopista, pero es que una persona normal no lo hará, haya o no haya ley.
Y si hay una ley que dice que no puedes entrar en una propiedad privada para cazar Pókemons, el que no piensa se la saltará, porque al final las leyes las respetan los que ya no harían eso sin ley, que hay balconing, la gente salta entre balcones, hacemos una ley? Hace falta?
Pókemon Go puede dar mucho
Pókemon Go tiene muchas cosas buenas a nivel de marketing, tener un Pókemon en tu bar, en tu tienda o en tu gimnasio puede ser una atracción para que la gente entre, yo ya he visto carteles de si entras a cazar Pókemons o al baño (o las dos cosas a la vez ¿por qué no?) debes consumir, eso es un buen uso comercial y de marketing.
Realizar salidas culturales por la ciudad con marcas de Pókemons puede reactivar las visitas a una ciudad, o para detenerte en ciertos pueblos que no pararías nunca, bajas a tomar un café y a pillar un Pókemon y así reactivas el turismo.
Imagina que pasas por Villaconejos del Río y hay un cartel de que en el bar hay un Pókemon, pues parar por parar, hago la pausa aquí, el niño se lía a bolazos contra el Pókemon y luego seguimos, y el del bar contando divisas.
Te imaginas ese viaje a Asturias de 8 horas a 35 grados con dos niños atrás, pues si una cuarta parte del camino cazan Pókemons des de su asiento ya hemos ganado un poco de aire en el viaje, es entretenimiento puro.
Vamos a ver la parte buena, bien utilizado el juego, depurado, organizado y con cerebro puede ayudar mucho a comercios, a la restauración o al turismo, porque la gente no entra al museo pero igual metemos un Pókemon y la gente entra.
Como todo en la vida, no hay nada ni malo ni bueno, es utilizarlo bien y con cabeza, y así no hará falta hacer la Pókemon -Legislación.
Ala me voy de caza que tengo un Pókemon en la sala de café.